
Menos deuda para invertir más
Reducir la deuda, y más en tiempos de dificultades económicas, no ha sido fácil. Este era uno de los objetivos que se había marcado Carlos Alonso al frente del Cabildo de Tenerife y ya ha dado sus primeros frutos. El trabajo se ha hecho y se ha conseguido con cabeza pero también con corazón, pensando en las personas, en su bienestar, en el bien común.
Hace solo unos días, Carlos Alonso pudo comunicarnos esta buena noticia que tiene que ver con la gestión. Este logro ha sido posible gracias al gran esfuerzo de contención del gasto realizado, que ofrece mayores posibilidades de inversión productiva. Han sido años de apretarse el cinturón, de mucho trabajo para conseguir estas cuentas saneadas con el objetivo de que el Cabildo se convierta el próximo año en el verdadero motor económico de la Isla.
Los datos hablan por sí mismos: de los 491 millones de euros de deuda que había en 2010 se pasará a los 212 millones en 2015
Todo ello se ha logrado en un periodo de crisis importante. El Cabildo ha cumplido con las exigencias del Estado por lo que ahora se podrán decidir con mayor autonomía las políticas de inversión: mejores carreteras y mejores y más modernas infraestructuras pero, sobre todo, una mejor atención sociosanitaria, ayudas para la formación de nuestros jóvenes; en definitiva, más oportunidades para todos porque, como dice nuestro candidato: “Ahora toca invertir en las personas”.
Los datos hablan por sí mismos: de los 491 millones de euros de deuda que había en 2010 se pasará a los 212 millones en 2015. Las mayores cotas de austeridad y la mejoría de los ingresos en los dos últimos ejercicios han permitido una reducción de la deuda pública del Cabildo muy superior al de la inmensa mayoría de las corporaciones locales.
En el año 2015 continuará el esfuerzo de reducción de la deuda, de forma que, al término de los próximos trece meses, se pueda cifrar en los 212 millones de euros, un 12,4% menos que en 2014. Esto supondrá que en el quinquenio 2010-2015 el recorte alcance el 57%. Sin duda, buenos datos de los que todos tenemos que sentirnos orgullosos.